antilogía de fabulaciones

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ALEJANDRA JAIME

Muchas veces mis amigos los que "saben decir", me invitaron a escribir. Yo soy de pocas palabras, mejor dicho, de silencios elocuentes.
A lo largo de los años he pasado por diversas situaciones. He crecido, no mucho, pude volar del nido materno y hacer el mío propio y traje al mundo cuatro seres increíbles, los mejores hijos.
Con mi compañero de aventuras hemos cambiado de árbol. Primero al nuestro, el que hicimos ramita a ramita. Un día pusimos la mirada lejos lejos...más lejos de la línea del horizonte y vinimos a ocupar un nido prestado, muy lindo...pero no nuestro. Ahora quizás cambiemos por otro más confortable pero el sentimiento no es completo. A todos les falta algo.
He visto algunos lugares de esta isla. He compartido con los amigos las imágenes, para mí son como las que veía en los libros de historia.
Estoy convencida de que hemos hecho bien, que volar lejos es una posibilidad para que nuestros hijos puedan poner una pata aquí y saltar más arriba, si quieren.
Por eso cuando me piden que haga una descripción de una foto, lo que me sale es el sentimiento del momento vivido.
De "los atardeceres rojos" ya había escuchado cantar, así que mucho más no puedo decir... 













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COMPAÑÍAdeÁNIMAS
FENÓMENOS CULTURALES
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