Mácula de Luna

.



MACEDONIO HERNÁNDEZ 
MicroFricciones en EDICIÓN CYRANO

[*]


MÁCULA DE LUNA

Hay los que creen que la vida se hace en las dos riberas de un río. Hay los que creen que la vida se escribe en esos márgenes. Y pasan el tiempo cruzando de un lado al otro.

Cuando la noche nos encuentra en medio de ese río, cuando no sabemos si seguir o regresar, intentamos el cuento de existir.

Pero nadie pasa inmaculado por un cuento que se engendra en la noche.

El deseo nos encuentra de pie, solos, inmóviles estacas entre juncos, mirando la costa lejana. Tanto río nos separa de ella. Del otro lado deben estar nuestros sueños.

Pero tanto esfuerzo para atravesar la corriente que fluye.

Hay los que se quedan naufragados. Hay los que se hunden en los barros del primer paso. Hay los que se ahogan en remolinos. Pero hay los que llegan a cruzar el río.

Y es entonces, cubiertos de camalotes y de barros, que volvemos la vista hacia la costa abandonada. El esfuerzo nos encuentra de pie, solos, inmóviles estacas entre juncos, mirando la costa abandonada. Tanto río nos separa de ella. Del otro lado quedaron nuestros sueños.

Cruzamos el río para dejar de estar solos. Y seguimos solos. ¿Será que los demás saltaron la noche y están ahora donde supimos estar?

Esta es la paradoja, nos decimos. Cuando vamos, los otros vienen.

Y regresamos a cruzar el río. Y en medio del río nos atravesamos. E intentamos, patéticos, descubrir cuál es la ribera.

Hay los que cruzan, hay los que regresan. Y ya en una playa, en un arenal o una barranca, ahora en compañía, volvemos la mirada al otro lado.

De pie, inmóviles estacas entre juncos, miramos la costa abandonada. Tanto río nos separa de ella. Del otro lado quedaron nuestros sueños.

¿Será esta la paradoja de la vida?
¿Cruzar y cruzar un río hasta que la muerte nos diluya en la noche?
¿Es el río la metáfora de aquella puerta que, en sus dos caras, obra un cartel donde se lee “detrás de esta puerta está la vida”?

No. La puerta es un engaño falaz. Pero el río… 

Y otra vez.

Cuando la noche nos encuentra en medio de ese río, cuando no sabemos si seguir o regresar, intentamos el cuento de existir.

Pero nadie pasa inmaculado por un cuento que se engendra en la noche.

Y elevamos los ojos al cielo, que parece ser el lugar de las respuestas. Y tratamos de descifrar las máculas de la luna. Rogamos, pedimos, demandamos…

Hay los que creen que la vida se hace en las dos riberas de un río. Hay los que creen que la vida se escribe en esos márgenes. Y pasan el tiempo cruzando de un lado al otro.

Ustedes ya intuyen el destino de este relato. Es obvio, una mísera expresión de evidencias.

La vida no se escribe en las márgenes de un río.
La vida no se hace en sus riberas.

La vida es el río.

La vida es eso que fluye y que nosotros, estacas entre juncos, cruzamos sin darnos el maravilloso privilegio de ser camalotes.

La vida es el río.

Ahora bien, si comprendemos esto: ¿para qué seguimos mirando aquellos límites, aquellas fronteras, esas riberas donde sólo la muerte nos espera?





Click en la imagen para acceder a facebook Cyrano

.

No hay comentarios: